lunes, 5 de abril de 2010

Ejercicio: tono alto/tono bajo. Asignatura: Técnicas de la Inspiración.

La profesora de Técnicas de la Inspiración nos propuso lo siguiente:

Ejercicio: Tono

Propuesta: Tenéis que escribir dos textos breves, tratando el mismo material con dos tonos diferentes. Podéis elegir entre: El pan, Dios, la muerte o un mapa. Una vez que hayáis elegido un elemento entre esos cuatro, hacéis dos textos independientes tratándolo con cada uno de los tonos (por ejemplo Pan con tono alto y tono bajo o Mapa con tono alto y tono bajo). Cada uno de los textos puede tener un narrador diferente.


Llamamos habitualmente Tono a cada manera especial de modular el lenguaje para reflejar un estado de ánimo o una actitud: Tono amable, agresivo, comedido, irónico, grosero, pomposo, insolente, rimbombante, de súplica, despectivo, etc.

Pero también se llama Tono al grado o nivel de abstracción del discurso, grado de abstracción del lenguaje, nivel conceptual de las palabras. Un texto de Tono alto es aquel cuyo lenguaje contenga un alto grado de abstracción. Un texto de Tono bajo es todo lo contrario. Alto grado de abstracción es trabajar con lenguaje referido a abstracciones: ideas, conceptos, emociones, sentimientos, sensaciones, impresiones, etc. Bajo grado de abstracción es trabajar con lenguaje referido a concretos: objetos, acciones, características físicas, materia...

El ejercicio que yo he realizado ha sido sobre la muerte y es el siguiente:
 
TONO ALTO


No existo desde tu ausencia, no vivo desde la locura de tu inexistencia, no respiro desde la ausencia de existencia de tu vida. Porque tu vida ya no es tal, porque flotas como aquéllos que un día no importaban, y que hoy forman parte de lo mismo que tú, de lo que es y no es al mismo tiempo, de lo que se transforma, o no, porque es real o hipócrita como la paz que se marchó contigo. Sobre tu sepultura estas palabras para que siempre, o nunca, estés o no con los que no importaron, escuches o no el dolor de una madre, permanezcan con tu alma, tu cuerpo, o lo que aquel último suspiro dejara de ti aquella madrugada de marzo.



TONO BAJO

Manuela asaba con cautela las patatas para el guiso. Se preguntaba a sí misma si debía echar o no sal mientras daba vueltas a la cazuela con la cuchara. El perro ladró y Manuela dio un respingo, por lo que la cuchara salió disparada por la ventana. Al intentar asomarse para ver dónde había caído, empujó la cazuela, que cayó sobre el perro. El guiso estaba hirviendo. No había ningún centro veterinario cerca. Nunca más se escuchó a un perro ladrar en casa de Manuela.





Candela Martín

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