jueves, 26 de noviembre de 2009

Ejercicio: texto que sugira una madre/humo. Asignatra: Técnicas de la Inspiración



La niña siempre estaba triste. Su madre, cada día más delgada, aparecía en la habitación a oscuras, camuflándose entre las tinieblas de la noche con su tez grisácea y su cabello color ceniza. Nunca llegaba a besarla; antes de que su hija pudiera captar con nitidez su presencia, se marchaba tan rápido que parecía evaporarse. Sólo dejaba el perfumado rastro de su aroma, que se disipaba entre las lágrimas de la pequeña. En ocasiones sentía una tibia brisa que movía suavemente las sábanas y que, tras su paso, enfriaba la soledad del dormitorio infantil. Sus pasos de tacón, veloces y afilados, rompían el silencio, llenando los segundos que los seguían de un eco mágicamente nostálgico.
Con tan sólo cuatro años, no sabía lo que era llamar a alguien “Mamá”. Las visitas fugaces, sin cariño, los minutos a solas, no llenaban de dulzura su infancia. Y su madre lo sabía, pero seguía estando sin estar, huyendo sin huir, viviendo sin vivir.

Candela Martín

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